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“¡TIENEN QUE SILENCIO!” El tuit de Claudia Sheinbaum contra Canelo Álvarez fracasa espectacularmente al leer cada palabra en vivo, desviando la atención de México y abandonando el estudio en absoluto silencio.

“¡TIENEN QUE SILENCIO!” El tuit de Claudia Sheinbaum contra Canelo Álvarez fracasa espectacularmente al leer cada palabra en vivo, desviando la atención de México y abandonando el estudio en absoluto silencio.

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“¡¡NECESITAS ESTAR EN SILENCIO!”🔴 El Tweet de Claudia Sheinbaum contra Canelo Álvarez fracasa espectacularmente mientras lee cada palabra en TV en vivo, ¡¡dejando el estudio en absoluto silencio!!

Ciudad de México, 31 de diciembre de 2025 – En uno de los momentos más electrizantes de la historia de la televisión mexicana, la leyenda del boxeo Saúl “Canelo” Álvarez convirtió un polémico tuit de la presidenta Claudia Sheinbaum en una clase magistral de compostura y lógica transmitida por televisión en vivo, dejando el estudio en silencio atónito y encendiendo una conversación a nivel nacional.

El incidente, transmitido durante un episodio especial de fin de año de “Tercer Grado” de Televisa, se ha vuelto viral con más de 150 millones de visitas en todas las plataformas, ganando elogios como “el derribo más digno en la historia de la televisión mexicana”.

La controversia estalló cuando la presidenta Sheinbaum publicó un tuit criticando a Canelo por sus recientes comentarios públicos cuestionando el gasto gubernamental en programas culturales y deportivos. Ella escribió: “Canelo Álvarez es peligroso para la unidad nacional.

Sus constantes ataques a las políticas públicas mientras disfruta de los beneficios de un país que lo apoya son divisivos. Necesita ser silenciado hasta que contribuya positivamente al progreso de México”.

El tuit se produjo en medio de la abierta frustración de Canelo por la percepción de una mala asignación de fondos (particularmente eventos y campañas suntuosas) mientras los gimnasios de boxeo de base en las regiones más pobres luchan por los recursos.

Canelo, el atleta activo más célebre de México y un ícono mundial, había pedido anteriormente una mayor inversión en deportes juveniles, diciendo: “Producimos campeones, pero no apoyamos a los niños que podrían ser los siguientes”.

Invitado a “Tercer Grado” para discutir su próxima pelea y su legado, el presentador Carlos Loret de Mola le preguntó a Canelo sobre el tweet presidencial.

Con su característico comportamiento tranquilo, el campeón de 34 años sonrió levemente, sacó su teléfono y dijo: “Me gustaría leerlo exactamente como está escrito para que todos lo escuchen claramente”.

El estudio -lleno de periodistas y público en vivo- quedó en completo silencio mientras Canelo leía el tuit de Sheinbaum palabra por palabra, línea por línea, sin alzar la voz ni mostrar enojo. Cuando terminó, hizo una pausa, miró directamente a la cámara y comenzó su respuesta:

“En primer lugar, respeto el cargo de presidente y el derecho de cualquiera a expresar su opinión, incluido el presidente Sheinbaum. ¿Pero llamar a un mexicano que ha enorgullecido a nuestro país ‘peligroso para la unidad nacional’ simplemente por hacer preguntas sobre cómo se gasta el dinero público? Eso no está bien.

Soy boxeador, no político. Mi trabajo es pelear en el ring y representar a México con honor. Lo he hecho durante toda mi carrera: ganar cinturones, llenar estadios con banderas mexicanas e inspirar a niños de lugares como el mío en Guadalajara a creer que pueden alcanzar la grandeza.

Hablo cuando veo cerrar gimnasios en barrios pobres mientras se gastan millones en eventos que benefician a unos pocos. Eso no es división, es amor por mi país. Pedir un mejor apoyo para los jóvenes deportistas no es peligroso; es patriótico.

¿Decir que debo ser “silenciado” hasta que esté de acuerdo con ciertas políticas? Ése es el verdadero peligro: decirles a los ciudadanos que no pueden cuestionar a sus líderes. No exijo que nadie sea silenciado por no estar de acuerdo conmigo. Sólo pido la misma libertad”.

Canelo concluyó suavemente: “Rezo por sabiduría y unidad para México. Gracias por dejarme compartir mi verdad”.

El estudio permaneció en absoluto silencio durante casi 15 segundos: una eternidad en televisión en vivo. Loret de Mola y el panel parecían visiblemente conmovidos. Luego el público estalló en un estruendoso aplauso que duró más de un minuto.

El clip explotó en línea, convirtiéndose en el momento televisivo mexicano más visto de 2025. Los hashtags #CaneloSpeaks, #YouNeedToBeSilent y #RespetoParaCanelo dominaron las tendencias globales. Los fanáticos lo llamaron “pura clase”, con comentarios como: “Canelo no gritó, simplemente dijo la verdad y se ganó el respeto de todos”.

The boxing community rallied behind him. Julio César Chávez tweeted: “Orgulloso de Canelo. Eso es un verdadero campeón – dentro y fuera del ring.” Oscar De La Hoya: “Respect. Canelo handled that perfectly.” Even international stars weighed in: Floyd Mayweather posted a fist emoji with “Real talk.”

La presidenta Sheinbaum no ha respondido directamente, aunque fuentes del Palacio Nacional dicen que mantiene su tuit. Algunos aliados del gobierno la defendieron, argumentando que las figuras públicas tienen responsabilidad social, mientras que otros se distanciaron y calificaron de inapropiada la exigencia de “silenciar” a Canelo.

El debate más amplio ha reavivado las discusiones sobre el papel de los atletas en el discurso público. Canelo, que siempre ha mantenido la política a distancia mientras apoya discretamente causas benéficas, se ha convertido en un símbolo para quienes creen que los campeones no deben ser obligados a participar en el activismo.

En México, donde Canelo es un héroe nacional que ha unificado al país a través de sus victorias, el momento resonó profundamente. Los candidatos a Primer Ministro de los partidos de oposición elogiaron su “coraje y dignidad”, mientras que figuras públicas de todo el espectro reconocieron el poder de su respuesta mesurada.

Mientras termina 2025, la fuerza silenciosa de Canelo Álvarez en la televisión en vivo ha hablado más fuerte que cualquier golpe. No levantó la voz. No insultó. Simplemente defendió su derecho a hablar y, al hacerlo, convirtió un ataque presidencial en una lección de gracia bajo presión.

La sala quedó en silencio… y México no ha dejado de hablar desde entonces.