Blog.

«No merece mi respeto». Con esa sola frase, Whoopi Goldberg desató una tormenta mediática inesperada. Su tono fue tan frío, tan cortante, que todo el estudio quedó en silencio. Había hablado con desprecio de Canelo Álvarez, el boxeador mexicano más querido del mundo, el mismo hombre que ha puesto el nombre de México en la cima del deporte. Pero lo que nadie podía imaginar era que, minutos después del programa, Canelo respondería con tan solo diez palabras… diez palabras tan precisas, tan contundentes, que sacudieron las redes sociales y dejaron a Whoopi sin defensa.

«No merece mi respeto». Con esa sola frase, Whoopi Goldberg desató una tormenta mediática inesperada. Su tono fue tan frío, tan cortante, que todo el estudio quedó en silencio. Había hablado con desprecio de Canelo Álvarez, el boxeador mexicano más querido del mundo, el mismo hombre que ha puesto el nombre de México en la cima del deporte. Pero lo que nadie podía imaginar era que, minutos después del programa, Canelo respondería con tan solo diez palabras… diez palabras tan precisas, tan contundentes, que sacudieron las redes sociales y dejaron a Whoopi sin defensa.

LOWI Member
LOWI Member
Posted underFootball

El estudio de The View se quedó helado. Whoopi Goldberg, con esa voz grave que suele reservar para los momentos más duros, soltó la frase sin anestesia: «No merece mi respeto».

El objetivo: Saúl “Canelo” Álvarez, el boxeador mexicano más grande de la historia, cuatro veces campeón mundial en cuatro categorías distintas, el hombre que ha llenado estadios en Las Vegas y que lleva la bandera de México tatuada en el alma.

El motivo: el famoso caso de clembuterol de 2018. Seis años después, Whoopi decidió revivirlo.

«Testeó positivo. Punto. Me da igual la carne contaminada, los laboratorios, las excusas mexicanas. Para mí quien da positivo no merece mi respeto. Y menos cuando luego gana millones peleando contra rivales “seleccionados”», dijo con tono despectivo mientras las otras presentadoras bajaban la mirada.

Silencio total. El público en plató no sabía si aplaudir o esconderse debajo de las sillas.

En México eran las 10 de la mañana. El clip se volvió viral antes del corte comercial.

Y entonces llegó la respuesta que nadie esperaba.

Canelo, que estaba entrenando en San Diego, grabó un video de 12 segundos desde el ring, todavía con los guantes puestos y sudor en la frente. Lo subió a Instagram y X al mismo tiempo.

Miró directo a la cámara y, con esa calma que solo tienen los que han recibido miles de golpes, dijo en perfecto inglés:

«Respect is earned with fists, not with a microphone, Whoopi.» (El respeto se gana con los puños, no con un micrófono, Whoopi).

Diez palabras. Ni una más. Ni una menos.

El video explotó: 180 millones de reproducciones en menos de 12 horas. #Canelo10Palabras fue tendencia mundial número 1 durante todo el día.

México entero estalló de orgullo. Óscar de la Hoya: «Eso es un knockout en 10 palabras». Julio César Chávez: «Así se responde, con clase y con verdad». Hasta el presidente de México retuiteó el video con un simple «🇲🇽».

En EE.UU. la reacción fue igual de brutal. Mike Tyson: «Canelo acaba de noquear a Whoopi sin subir al ring». Ryan García: «Diez palabras y la dejó en el suelo».

Whoopi, al salir del estudio, fue acorralada por los reporteros. «Dije lo que pienso. No me retracto», fue lo único que respondió antes de subir a su camioneta.

Pero el daño ya estaba hecho. Las redes la llenaron de memes: Canelo con los cuatro cinturones y Whoopi en el suelo contando hasta diez. Una petición en Change.org para que pida disculpas públicas ya supera las 500.000 firmas.

Canelo, por su parte, añadió una story horas después: una foto en blanco y negro de él levantando los cuatro cinturones con la frase:

«Mi respeto se gana en el ring. El de ellos, en un talk show. Cada quien su terreno.»

Diez palabras bastaron para recordar al mundo por qué Saúl Álvarez es el rey absoluto del boxeo… y por qué nadie, ni siquiera una leyenda de Hollywood, puede tocar el orgullo mexicano sin pagar el precio.

Game over, Whoopi. Y ni siquiera necesitó guantes. 🥊🇲🇽